Es una técnica que estimula, a través del sistema linfático superficial (ganglios), la eliminación de líquido y sustancias de desecho acumuladas en el organismo. Un buen drenaje linfático debe ser suave e indoloro y se hace a través de varios movimientos de arrastre y de vaciamiento. El drenaje linfático por lo general se complementa para tratamientos reductivos o anticelulíticos post partos o post operatorios.
Maniobras y movimientos superficiales repetitivos de intensidad baja que buscan la relajación de los músculos para una sensación de descanso. Este masaje se combina con la aplicación de piedras volcánicas a distintas temperaturas para que fluya la energía vital y así aliviar trastornos físicos.
El tratamiento postparto ayuda a modelar el cuerpo, mejorar la elasticidad de la piel y a tonificar el músculo abdominal. Si se tuvo un parto normal se puede empezar al primer mes tras el parto, y si fue cesárea es necesario hacerlo después de dos meses previa alta médica. Se hace una evaluación para determinar qué tratamiento se aplicará dependiendo de la edad de la mujer, cuántos kilos aumentó durante el embarazo, la calidad de su piel, si tuvo cesárea o parto normal, etc.